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El suicidio: qué es y qué no es


El suicidio, por desgracia, sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad. Esto no deja de deberse a los conceptos erróneos que tenemos sobre ello. A día de hoy, el suicidio es la primera causa de muerte no natural en España, es decir, mueren más personas de este modo que con accidentes de tráfico.


Desde Eidem creemos que la función de sensibilizar y de desmitificar conceptos que nos acompañan en nuestro día a día, es verdaderamente importante, puesto que es a través de la psicoeducación, entre otros, como se consiguen los cambios sociales.


Aprovechando que el pasado jueves fue el Día Internacional de la Prevención del Suicidio queremos explicaros y desmitificar esas ideas que tenemos implementadas y que son erróneas. Por ello, hoy hablaremos, después de una pequeña introducción, de los mitos que rodean al suicidio. Vamos con ello:


A) “Preguntar sobre suicidio es peligroso ya que puede provocarlo”. Esto, es un mito puesto que se produce precisamente el efecto contrario. Los estudios que se han realizado sobre este aspecto nos revelan que hablar sobre el suicidio con una persona que está en riesgo (es decir, que tiene pensamientos suicidas o tentativas conductuales), en vez de incitar o “darle nuevas ideas para que lo lleve a cabo”, suele ayudarle a que se sienta mejor y por tanto, a reducir el riesgo de llevarlo a cabo. Si desmitificásemos este pensamiento, se comenzaría a sensibilizar en las redes sociales y en los medios telemáticos, principalmente en las noticias donde siempre que hay una noticia de suicidio se acompaña de “un trastorno mental”.


B) “Quien amenaza con suicidarse no comete un acto suicida.” Esto vuelve a ser incorrecto. Cuando una persona nos avisa o nos amenaza con que va a suicidarse debemos prestarle atención. Con esto, nos referimos a no “quitarle hierro al asunto” y lo que debemos hacer es intentar comprender a esa persona con el fin de que se sienta más comprendida y por tanto, más abrigada. Esto hace que esa persona conecte socialmente con su red y que, por tanto, el riesgo de cometer el suicidio se reduzca.


C) “Solo las personas con problemas graves se suicidan.” Hoy en día se ha estudiado que son situaciones muy diversas las que pueden llevar a una persona a plantearse el suicidio y a llevarlo a cabo. En muchas ocasiones aparecen comentarios como “parecía que todo le iba bien”, “yo pensaba que era feliz”, etc. Este tipo de pensamientos lo que hacen es captar las apariencias de todas las personas, pero ¿a que todos hemos estado tristes y no nos hemos dado el permiso de mostrarlo? La conclusión es que la falta de problemas no debe hacernos pensar que no hay riesgo.


D) “Algunos intentos son para llamar la atención.” En muchas ocasiones desvalorizamos los intentos o amenazas de cometer un suicidio de otra persona. Esto no deja de ser desvalorizar las emociones y lo que le acompaña a esa persona vitalmente. Es importante dar importancia y conceder parte de nuestro tiempo para que esa persona se sienta comprendida. Los intentos de suicidio no son intentos de llamadas de atención. Cuando el suicidio no se lleva a cabo en muchas ocasiones es porque la persona realmente sigue encontrando “frenos” en su vida que no le permitan llevarlo a cabo, es decir, sigue teniendo aspectos para seguir viviendo.


E) “Acercarse sin preparación, solo con sentido común, a una persona en riesgo es perjudicial para ella.” Es importante que no nos sintamos desbordados (aunque podría ser normal) ante una situación en la que identifiquemos un riesgo de suicidio. Cualquier persona que sienta que una persona está en riesgo puede servirle de ayuda. Las claves están en el interés, la cercanía, la comprensión y no juzgar todo lo que le está pasando y los pensamientos que se le puedan venir a la cabeza. Es importante que motivemos a esa persona a que pida ayuda a un profesional.


Con la ruptura de estos mitos pretendemos que la sociedad comprenda en mayor medida lo que es el suicidio y el papel comunitario que jugamos todos.


Es importante que #hablemos del suicidio y que no promovamos en mayor medida el tabú que le acompaña.

En caso de que te estés sintiendo mal y te sientas identificado con lo escrito en el texto, cualquier profesional de la salud estará dispuesto a ayudarte; no dudes en pedir ayuda.

Desde Eidem podemos ayudarte.

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