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POR QUE LA CONCILIACION SIGUE SIENDO UN ASUNTO DE MUJERES


El día a día empieza con horas de sueño pendientes, pero no tenemos más remedio que ponernos en marcha. Hay que despertar a los niños, que desayunen, que se vistan y todo en tiempo récord. Siempre con horarios ajustados e inflexibles. Toca hacer malabares. No puedes permitirte llegar tarde otra vez a la escuela, o al trabajo.

Este es el pan nuestro de cada día de muchas mujeres que pelean diariamente con una imposible conciliación de la vida laboral, familiar y personal. Todo un estrés que no logramos quitarnos de encima.

A todo esto se suma que a causa de la crisis, las mujeres han vuelto al hogar a hacer un trabajo poco o nada remunerado y pésimamente valorado. Además siguen siendo ellas las que más cargas tienen en el hogar y las que de menos tiempo libre disponen a lo largo del día con respecto a sus parejas.

Y si nos vamos a las empresas, el panorama que encontramos es desolador. Las mujeres siguen siendo las que solicitan las bajas maternales, excedencias, permisos por cuidado de hijos e hijas, salidas a médicos y en multitud de ocasiones estas cuestiones tienen graves consecuencias para ellas (son peor miradas en las empresas, se las considera más absentistas, se las impide promocionar, no se las tiene en cuenta, se las relega a trabajo de menor categoría, su situación se percibe como un obstáculo para la producción….).

Además, las que se atreven a denunciar estas situaciones son sometidas al desprecio de superiores e incluso de sus propios compañeros y compañeras. Estas situaciones vividas por muchas mujeres tiene importantes secuelas y repercusiones a nivel psicológico (ansiedad, depresión, estrés postraumático…..)

!!!!Y aun muchos y muchas piensan que la discriminación de la mujer en el trabajo es cosa de la Revolucion Industrial!!!!

Y si hablamos de horarios laborales, lejos de acortarse, los alargamos. Esto conlleva una disminución del tiempo para dedicar a la familia, al ocio y a las tareas domésticas, que se acumulan sin que nadie te ayude en casa. En la mejor de las suertes, las responsabilidades de los hijos y la casa recaen al 50%, pero no es lo normal.

Así que al final, la mujer se pasa todo el día corriendo para terminar cualquier reunión antes de las 6 de la tarde, o 7….. si puedes permitirte pagar a tus hijos unas clases extraescolares. Vuelta a casa, duchas, tareas, cenas y los niños a dormir. Y mientras aprovechas ese rato hasta media noche para ponerte al día con los correos, el trabajo y la agenda, entre lavadoras, menús y demás temas domésticos.

Sin querer te dan las 2 de la mañana y decides dormir un poco para estar descansada. En realidad te obligas, porque tu cansancio es crónico, y no lo curan las 5 horas en cama. Mañana será otro día de jornada maratoniana.

Es importante animar a hombres y mujeres a acogerse a medidas de conciliación y a pelear por un conciliación real. En la actualidad estamos aún en una fase en que el concepto de conciliación se ha maternizado y feminizado y esto está teniendo graves consecuencias para la consecución de la plena igualdad de oportunidades y también para la salud psicológica de las mujeres.

En eidem creemos en que la conciliación es sana y es posible.


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