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El reto de convivir con el Covid-19



Se oye mucho decir en los medios que tenemos que aprender a convivir con el virus, porque no se ha ido, pero ¿Cómo convivir con algo que nos amenaza de forma constante?


La tendencia natural en el reino animal, y los humanos no somos una excepción, es que cuando percibimos una amenaza vital, nuestros mecanismos de defensa se ponen en guardia. Mantener el cuerpo en alerta constate, puede provocar diversos cuadros que se enmarcan dentro de los trastornos de ansiedad y que pueden verse agravados con conductas de evitación que fortalecen y perpetúan el problema ¿Qué hacer entonces ante una amenaza que no se va?


SEAMOS CONSCIENTES


Los seres humanos, al margen de la pandemia ya convivimos con amenazas permanentes, no pensamos sobre ello, pero es así.


La principal amenaza de vivir es la propia muerte, no sabemos como ni cuando pero nos llegará. Nos amenazan diferentes enfermedades, accidentes y circunstancias peligrosas para nuestra vida, pero focalizar en ello nuestra atención no nos conduce a nada. por lo que no pensamos en ello y simplemente algunas personas toman precauciones para tratar de vivir más y mejor sin por ello angustiarse ante la muerte. Comer sano, mantener actividad diaria, cuidar la higiene, etc. Cada cual elige como cuidarse.


LA CLAVE PARA CONVIVIR CON EL VIRUS


Para convivir con el covid-19 la clave es la misma, tomar precauciones sin focalizarnos en el miedo, salir utilizando todas la medidas de protección que nos han indicado las autoridades sanitarias y que no vamos a recordar aquí porque las sabemos de sobra y a partir de ahí, dejar el miedo a un lado.


Estar en medio de una crisis sanitaria obviamente no es agradable ni deseable, pero no es la situación de pandemia la que atemoriza a muchas personas, sino, lo que pensamos sobre esa pandemia, sus consecuencias, como puede afectarnos y la propia muerte. Si algún día tenemos ese problema u otro lo afrontaremos mientras tanto, ese problema no existe, por tanto no tengo nada que afrontar.


PAUTAS DE CONTROL


GESTIÓN DE PENSAMIENTOS NEGATIVOS


Lo primero que debemos saber es que los pensamientos negativos tienen fuerza por si mismos, la fuerza del miedo, por tanto van a venir a nuestra cabeza sin que podamos evitarlo a priori. Ahora bien, una vez que han venido, no tengo porqué darles vueltas, yo decido si los dejo avanzar o no.


  • Lo primero es detectar nuestros pensamientos negativos y pararlos, echarlos de nuestra cabeza sin dejarlos avanzar, podemos utilizar distractores, lectura, puzzles, un rato de quedar con amigos, algo que ocupe nuestra cabeza con pensamientos agradables o neutros que no dejen que la negatividad nos invada.

  • Otro método aún más eficaz que para el pensamientos es auto debatir nuestros propios pensamientos negativos, no apartarlos ni dejarlos ir, sino desmontarlos con la parte racional, autodebatirnoslos sacando los argumentos racionales de este tipo:

    • No tengo ninguna evidencia de que me vaya a contagiar. Hay muchos contagios, pero también mucha gente que no se contagia.

    • Si me contagiara no tiene por qué ser grave. Si lo fuese ya lo afrontaré cuando suceda, ahora no es el momento.

    • Darle vueltas a esto no me ayudará si me contagio, pero me hará estar angustiado cuando no tengo motivos.

    • Me acechan muchos peligros que no me preocupan, preocuparme por este o no es decisión mía.

Muchos pacientes me dicen que ya saben la parte racional y que la utilizan pero no funciona, no se dan cuenta, pero casi siempre cometen un error en estos intentos de control. Es fundamental que controlen los pensamientos en cuanto los detectan, sin dejarlos avanzar, ya que, al llegar con fuerza, si dejo que avance tan solo 30 segundos ya lo estaré haciendo fuerte y será difícil que la parte racional tenga peso.


CONDUCTAS DE EVITACIÓN


Es importante que hagamos nuestra vida normal, eso si tomando precauciones porque hay un riesgo añadido ante el que hay que tomar ciertas precauciones que todos conocemos. Si empezamos a evitar por miedo, cada vez evitaremos más y tendremos más miedo.


Evitar agrava las cosas, porque cuando evitamos enfrentarnos al miedo de salir, pasear, ir a comprar etc, sentimos un alivio que refuerza la conducta de evitar, por lo que cada vez evitaremos más y eso fortalecerá el miedo.


NO SOBRE INFORMARSE


Sobre esto ya hemos hablado en artículos anteriores. Esta bien saber como van las cosas, pero poco podemos hacer con el exceso de información que normalmente contribuye a generar angustia y preocupación.


Sobreinformarse hace que estemos todo el tiempo pendientes de la situación sanitaria, no nos deja espacio para conectar con las cosas agradables de nuestra vida. Sigamos disfrutando de nuestra vida, con precaución, pero disfrutando.


RELAJACIÓN


Es un buen momento, si notas que esto dispara tu ansiedad, para trabajar técnicas de relajación o meditación. Mi consejo es dedicar una vez al día como mínimo a relajarse, si tenemos más tiempo podemos hacerlo más. No esperar a estar nerviosos para hacerla, hacerla como rutina, en un momento del día en el que pueda dedicarle un rato.


Os adjunto un enlace a la técnica de relajación de Jacobson, que ha demostrado durante mucho tiempo ser muy eficaz si se practica de forma regular y con la voluntad de querer aprender a relajarse.


No se trata de despreocuparse, hay que seguir teniendo cuidado, tomando precauciones, pero no podemos parar nuestra vida, el riesgo cero no existe en ningún ámbito de la vida, pero no podemos focalizar nuestra vida diaria en los riesgos que corremos. Vive con responsabilidad.


Si ves que sol@ no puedes, déjate ayudar, confía en profesionales. En eidem podemos ayudarte. Solicita tu primera consulta gratuita.

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