
Los avances tecnológicos, la falta de tiempo y la necesidad de inmediatez que nos fomenta la sociedad y los medios de comunicación hacen que Internet sea una vía rápida y efectiva para conseguir lo que queremos: compras, gestiones administrativas, ocio o buscar información son algunas de ellas.
El buscar relaciones sociales o de pareja no quedan fuera del uso de Internet. Esto supone una modificación de los hábitos de comunicación y de interacción con los demás, cobrando mayor relevancia cuando se trata de encontrar pareja. Y es en este punto donde nos vamos a centrar en el artículo de hoy.
Que nos lleva a utilizar Internet para buscar pareja
Hacer una descripción exhaustiva de este punto sería difícil, pero sí podemos definir las motivaciones más usuales.
El que estemos detrás del ordenador y que no haya más espectadores genera una percepción de intimidad y seguridad aparente. Esto hace que nos animemos a contactar con personas que en otro entorno no nos atreveríamos e incluso a avanzar en la relación más rápidamente de lo que lo haríamos si fuera un contacto presencial.
La falta de tiempo para fomentar de la manera tradicional las relaciones sociales, saliendo a realizar actividades o en momentos de ocio, nos lleva a que veamos Internet como un medio fácil, rápido y asequible para conocer a personas, permitiéndonos seleccionar en función de los criterios que cada uno podamos tener.
A demás, nos permite una puesta en escena y dar una imagen personal estudiada, pues tenemos control de la información que queremos facilitar. Esta imagen tiene más que ver con cómo me gustaría ser o cómo quiero que me vean los demás.
También rellena espacios de tiempo vacíos y puede empezar como un entretenimiento.
Algunas personas buscan una realidad virtual alternativa cuando la que tienen no les gusta.
Es más fácil aceptar o rechazar a personas.
Cuando tenemos miedo al rechazo, Internet puede resultarnos aparentemente una buena vía al sentirnos falsamente protegidos por una pantalla.
Nos saca del aislamiento cuando tenemos poco circulo social o vivimos en zonas despobladas.
Para algunas personas puede suponer cubrir la necesidad emocional de expresarnos, dar y recibir afecto, caricias verbales, gustar y que nos gusten
Otro motivo puede ser sentir que despertamos interés en otros y confirmar que aún “estamos en el mercado”, que somos deseables.
Pero ¿Cuales son los riesgos que hay que tener en cuenta?
Estos aparentes beneficios no están exentos de riesgos.
No es tan seguro ni tan íntimo pues todo lo que se vuelca en la red deja rastro y no sabemos el uso que se pueda dar de ello
Esa rapidez e inmediatez nos puede llevar a sacar conclusiones precipitadas y a lanzarnos en una aventura donde no tengamos demasiada información para prever las consecuencias.
Igual que hacemos una puesta en escena, también lo hacen los demás, por lo que no sabemos cuánto hay de real o cuanto de irreal en la información que nos facilitan.
La falta de información hace que inventemos a la otra persona, rellenando con nuestras expectativas o deseos los huecos de falta de información, por lo que hacemos a la persona más semejante a nosotros.
Nos lanzamos a preguntar por aspectos íntimos y a mostrarlos mucho antes que en las relaciones presenciales. Lo que puede desprotegernos.
Peligro de caer en manos de personas indeseables o que tengan otros propósitos delictivos.
Por todo ello, en nuestra práctica clínica nos encontramos a veces con personas que acuden a nuestra consulta tras haber mantenido algún tipo de relación sentimental iniciada a través de Internet
y cuyo resultado no ha sido el deseado. Suelen presentar cuadros de ansiedad, baja autoestima, miedos reales o imaginarios provocados por las malas experiencias vividas, síntomas depresivos o ideas repetitivas que no les dejan desarrollar su vida con normalidad.
No te dejes llevar sin control por esa apariencia dulcificada que nos dan. Por internet sólo tenemos la información que nos quieran facilitar, sin que podamos contrastar si es cierta o no. Por lo que nos darán la mejor cara.
Te mostramos algunas precauciones que tienes que tener en el caso de que decidas buscar pareja por Internet.
Ten los pies en el suelo. Si empiezas a sentir algo por esa persona que está al otro lado del ordenador ten en cuenta que te da la mejor cara y que puedes idealizar esa relación.
Ve a tu ritmo, y no sigas avanzando si no tienes seguridad en lo que haces. No te dejes apremiar.
Créete en el derecho de decir no.
Ten cuidado, nunca sabes quién está al otro lado. Protege tu privacidad y no des información personal.
Procura conocerle personalmente antes de que ese sentimiento llegue a más. Así podrás asegurarte. Es conveniente que ese día quedes con más personas y no a solas.
Intenta que las personas con las que contactes sean de poblaciones cercanas para favorecer esos contactos personales y ver vuestras compatibilidades.
No olvides seguir cultivando tus relaciones sociales con familiares y amigos. No te centres sólo en esta relación cibernética.
Analiza el motivo por el que te has inclinado a buscar pareja por Internet. A veces, detrás de esto esta una baja autoestima, falta de habilidades sociales, miedos sociales, etc. Si es así lo más conveniente es ponerle solución consultando con un especialista.
En eidem podemos ayudarte.