Cuando las parejas solicitan iniciar un proceso de terapia, las causas son muy diversas, pero en muchos casos, desde las primeras sesiones aparecen las redes sociales, y cuando el motivo que desencadenó la crisis es una infidelidad son absolutas protagonistas.
Muchas veces, las redes propician reencuentros con ex parejas o antiguas amistades, que pueden dar lugar a infidelidades o recelos. Otras veces, las relaciones se inician en la vida real, y a continuación, aparece la comunicación virtual y el contacto frecuente a través de Facebook, twitter, instagram, snapchat, whatsup, etc. Y suelen ser estas herramientas que facilitan el acercamiento, las que finalmente descubren a la persona infiel y provocan la crisis.
SEXTING
La palabra que hemos adoptado viene de la unión de Sexo y texto. Serían mensajes de texto privados con contenido erótico o sexual que puede incluir fotos y videos y que pueden enviarse desde el teléfono móvil o el ordenador.
Esta práctica, que comenzó siendo principalmente adolescente, se ha extendido a la vida adulta, a veces es parte de la propia pareja que la emplea como una forma más de animar su relación.
El problema viene porque normalmente es una conducta muy utilizada por personas que cometen infidelidades y que utilizan este medio como un modo de comunicación constante con esa persona de fuera de su pareja oficial que les aporta salir de su rutina y alimentar su autoestima, dos potentes reforzadores.
CUÁNDO ES INFIDELIDAD
Desde luego, cada pareja establece sus reglas en cuanto a lo que vale y no vale en su relación, pero en prácticamente la totalidad de personas que llegan a terapia, la fidelidad es una norma clara que no está permitido traspasar.
Podríamos pensar que cuando el sexting no pasa de ahí, y es sólo virtual, no es infidelidad, ya que no ha habido contacto físico con la otra persona. Sin embargo cuando traspasa la pantalla de nuestras terminales y se vuelve real, ahí la infidelidad es clara.
La realidad nos dice que esto no es así. Incluso cuando no ha habido contacto físico o sexual más allá de unos mensajes íntimos o eróticos, el problema aparece igual. Lo que pone de manifiesto que lo que cuesta perdonar en realidad, no es tanto el contacto físico, sino el engaño. Por tanto esta nueva era tecnológica supone, entre otros aspectos, una mayor facilidad para caer en tentaciones novedosas.
REDES ESPECÍFICAS
Otra novedad de nuestra era son las redes donde la gente casada o con pareja busca tener una aventura. Allí bajo un pseudónimo la gente intercambia sus fotos y videos para lograr tener una aventura, en principio virtual y en muchos casos después física.
CUESTION DE DECIDIR
Los motivos que llevan a una persona a ser infiel son diversos. Los estudios hablan de: Puro placer, mejorar la vida de pareja, enriquecerse con nuevas experiencias, Buscar nuevas emociones, sentirse atractivos y deseados para el otras personas, venganza, aventuras, muchas pueden ser las causas.
Más allá de estas causas debemos tener presente que la fidelidad no se produce por una falta de deseo hacia otras personas. En la vida, es lógico que a pesar de tener una pareja estable y feliz, aparezcan personas que nos atraigan, el problema no es que este deseo aparezca, sino cómo se gestiona ese deseo. Ahí es donde una persona ha de decidir si quiere mantenerse fiel a su pareja o no. Lo importante es que cada cual tome su decisión de forma madura y afronte las posibles consecuencias. La infidelidad no es un enfermedad, es un decisión.
Si realmente valoras tu relación de pareja, cuídala, no cometas el error de pensar que se mantendrá por sí sola, exige un trabajo constante. Si a pesar de todo, las cosas no están funcionando, deja que un terapeuta te ayude a ver hacia dónde camina tu relación. #eidem